⚡ CAPÍTULO III — El banquete y la traición

"Lo que fue creado en armonía... fue destruido por la sospecha. Y mientras los dioses miraban al cielo, el verdadero peligro caminaba a sus pies."

Durante siete días y siete noches, Hypnos, Afrodita, Hygeia y Theia celebraron su creación con un banquete sin igual.
Pero al amanecer del octavo día… el Inefable desapareció.

No hubo lucha.
No hubo puertas forzadas.
No hubo testigos.
Solo el eco de un susurro.

Los dioses se miraron.
Y lo que fue unión se convirtió en desconfianza.

—Esto no puede ser —dijo Hygeia.
—Ningún mortal puede entrar aquí —afirmó Theia.
—Entonces solo quedamos nosotros —murmuró Hypnos.
—¿Estás sugiriendo que uno de nosotros...? —la voz de Afrodita tembló.

Theia dudó de Hypnos.
Hypnos sospechó de Afrodita.
Afrodita desconfiaba de Hygeia.
Y Hygeia, en silencio, observaba a Theia.

Los dioses se dividieron.
La armonía se quebró.
El Inefable seguía desaparecido…

Y nadie pensó en él.
Nadie recordó al sátiro.
Al que amó en secreto.
Al que fue despreciado.
Al que fue humillado.

Marsias.

No fue invitado al banquete.
No fue considerado digno.
Pero él esperó.
Y cuando todos celebraban… robó.